Los subgéneros del terror

Ya sabemos que cuando se trata de encasillar una historia bajo una etiqueta a veces se acierta y otras no. Las categorías de géneros y subgéneros están ahí sobre todo para la parte comercial del proceso, pero también es cierto que nos ayudan a saber de antemano si podríamos estar interesados en leer o ver un libro o película en particular. Hay distintas clasificaciones en lo que a subgéneros de terror se refiere, así que haré una lista de los más representativos y en los que suelen coincidir casi todos los expertos que dedican su vida a clasificarlo todo. Otro dato a tener en cuenta es que probablemente las obras encajen en más de una categoría y que, normalmente, se opta por la que comercialmente la vende mejor (money, money, money).

QUÉ SE CONSIDERA OBRA DE TERROR

Este tema daría para largo, puesto que existen obras cuyo objetivo principal no es asustar, pero que lo hacen tras un análisis de lo que se propone y teniendo en cuenta otras variables como la psicología del receptor, el nivel socioeconómico y cultural, y la época. No obstante, la intencionalidad parece ser algo necesario para clasificar una historia dentro del género de terror. Así, una obra de terror es cualquier historia de la longitud y formato que sea que tiene como objetivo causar miedo, aversión, pavor o repulsión en el receptor de la misma.

SUBGÉNEROS DE TERROR EN LITERATURA Y CINE

En su mayor parte, en ambos formatos se utilizan las mismas etiquetas para clasificar las obras de terror, aunque es cierto que con la proliferación de las plataformas digitales y los buscadores la lista comienza a ampliarse en un intento de facilitar la búsqueda al espectador/lector. No obstante, nos vamos a centrar en los subgéneros más comunes y utilizados.

Fantasía oscura: se trata de historias de fantasía con elementos de terror sobrenatural. Le dediqué un post completo a este subgénero que puedes leer aquí.

Child in Peril: son historias en las que existe un niño en peligro (secuestro, persecución) como trama principal, aunque este es un subgénero resbaladizo porque baila sobre la fina línea del thriller y a veces hasta se de la comedia (Solo en casa es técnicamente una película de un niño en peligro). Un ejemplo sería Coraline, de Neil Gaiman.

Gótico: subgénero nacido en la Inglaterra del siglo XVIII con un estilo propio en el que destaca la estructura epistolar, la importancia de los escenarios de arquitectura gótica (castillos, monasterios, catedrales), eventos sobrenaturales y profecías ancestrales (como maldiciones), emociones exageradas y un híbrido entre terror y romance con un erotismo soterrado. Son muchas las historias góticas que han sobresalido, como por ejemplo, Carmilla de Sheridan Le Fanu, los relatos de Edgar Allan Poe o la obra de Anne Radcliffe.

Paranormal y monstruos: como su nombre indica, aquí entrarían las historias en las que aparece un elemento paranormal (fantasmas, apariciones, etc) y/o una criatura (vampiros, hombres lobo, etc). Se diferencia de la fantasía en el tono, que suele ser bastante más oscuro. El Drácula de Bram Stoker o el Frankenstein de Mary Shelley podrían encajar aquí.

Psicológico: engloba historias que exploran la mente humana y que se centran en los temores del personaje principal a través de un estilo sutil en cuanto a lo terrorífico se refiere. Se considera El corazón delator de Poe como un precursor de este subgénero.

Casas encantadas: historias cuya trama se centra en una casa poseída por un ente sobrenatural, ya sea un fantasma o un demonio. A menudo la casa se presenta como un personaje más de la narración. La maldición de Hill House de Shirley Jackson u Otra vuelta de tuerca de Henry James son dos grandes ejemplos de este subgénero.

Realismo Mágico: surgido en la latinoamérica de mediados del siglo XX, se caracteriza por una intención de mostrar lo irreal y lo siniestro como algo cotidiano y normal. La novela más representativa de este subgénero es La casa de los espíritus de Isabel Allende.

Zombis: historias que giran en torno a un virus u otro tipo de mutación genética que transforma a los humanos en muertos vivientes. Tuvo un gran impacto en el cine del siglo XX con grandes títulos como La noche de los muertos vivientes de George A. Romero, que resurgió a principios del siglo XXI con cintas como la saga Rec de Paco Plaza y Jaumé Balagueró, entre otras.

Religioso: es un tipo de terror centrado en mitologías y religiones, sobre todo en las monoteístas predominantes, a través de demonios que siembran el caos o pretenden poseer o atormentar a un personaje. También denominado a veces como subgénero de «Posesiones». El exorcista es probablemente la mejor novela que puede representarlo, pero no podemos olvidar otras novelas anteriores como El infierno de Dante.

Science-Fiction Horror: se trata de historias de ciencia ficción con un toque más oscuro, representado a través de invasiones alienígenas violentas y experimentos científicos que salen mal o tienen objetivos oscuros. La película Alien es un buen ejemplo de este subgénero.

Weird / Bizarro: bautizado así por el nombre de la revista Weird Tales que lo lanzó a la fama, este subgénero comprende historias que mezclan lo sobrenatural, lo fantástico y lo científico. Creo que nadie mejor para explicarlo que uno de sus maestros, el señor H.P Lovecraft, en su maravilloso ensayo Supernatural Horror in Literature.

Folk Horror: se trata de obras cuya trama se centra en mitos y ritos paganos, en su mayor parte de origen celta y localizados en un entorno rural. A este subgénero también le dediqué un post que puedes leer aquí.

Splatter (Salpicadura) / Gore: es una forma de horror centrada en la mutilación del cuerpo humano con escenas extremadamente violentas y sangrientas. En literatura, probablemente Clive Barker sea uno de sus máximos exponentes.

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